Fraudulentas Ficciones

Desde que tenemos conocimiento de la existencia nuestros seres queridos nos han contado historias, desde un chiste, hasta un cuento largo y lleno de inesperados desenlaces. Sea por el amor del ser humano en conocer sitios exóticos a través de la imaginación o por la simple curiosidad de saber lo que le pasa a una niñita vestida de rojo a la que un lobo malvado a planeado devorar es lo que hace que estemos tan entregados a escuchar, ver o sentir una historias.
Somos tan predecibles como simples. Buscamos siempre lo mismo, una historia con un héroe carismático, un villano horrible y una atractiva chica que termine liándose con el protagonista. Muchos nos quejamos de tal monotonía que conseguimos llegar a autoconvencernos de que no nos gusta y que buscamos algo nuevo, pero en el fondo lo único que queremos es un villano derrotado, un héroe victorioso y la chica en brazos del campeón.
Pero aunque disimulemos que las historias de siempre son irritantes, siempre habrá alguien que las haga y que entre regañadientes la vea y disfrute mientras jura y perjura que jamas había visto cosa mas despreciable. Francamente yo odio todas las malditas películas de amor cómicas, pero no me queda otra que ir al cine y verla con los amigos mientras la disfruto en silencio.